COMO LA MUÑECA DE KAFKA: julio 2007

Que paren el Contador que yo me bajo

Rabo-bank; Vino-kourov... Luego se extrañan de que haya vicio en el ciclismo...

El Gobierno dará 2.500 euros por cada nuevo hijo

Siempre nos quedará parir.

Chapó por Muebles Rey

La mejor publicidad posible. "Chiquito de las Rebajas". "Ofertas de la pradera". ¡Viva Muebles Rey!

Zodiac

¿Alguien ha visto esta película...?

La ciudad

"Esto es lo que la ciudad le hace a uno, le vuelve los pensamientos del revés. Le infunde ganas de vivir y, al mismo tiempo, intenta quitarle la vida".

El país de las últimas cosas, Paul Auster

Y me encanta esta frase:

"Hay personas tan delgadas -escribía- que a veces las arrastra el viento".

Creo que he encontrado el libro o uno de los libros de mi vida:

"No es extraño ver a la gente más delgada caminando en grupos de dos o tres, a veces familias enteras, atados entre sí con sogas o cadenas, aferrados los unos a los otros, sirviéndose de lastre contra la ventolera".

"Cuando caminas por las calles -continuaba ella-, debes dar sólo un paso por vez. De lo contrario, la caída se hace inevitable. Tus ojos deben estar siempre abiertos, mirando hacia arriba, hacia abajo, adelante, atrás; pendientes de otros seres, en guardia ante lo imprevisto. Chocar con alguien puede ser fatal; cuando dos personas chocan comienzan a golpearse con los puños o, en su lugar, se dejan caer y no intentan levantarse nunca más. Antes o después llega el momento en que uno ya no intenta levantarse"

"Uno piensa que tarde o temprano todo llegará a su fin; las cosas se desmoronan o desaparecen y no se crea nada nuevo. La gente muere, pero los niños se niegan a nacer"

"¡Tantos de nosotros nos hemos convertido otra vez en niños!"

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Anexo: Bueno, la novela, más adelante de estos retazos de bella poesía, no es para tanto.

El barrio...

Hospitalizado un trabajador de la piscina de Villaverde por la agresión de un usuario

Los empleados del centro deportivo denuncian la violencia que ejercen algunos bañistas

Un trabajador del polideportivo Plata y Castañar, en el distrito de Villaverde, tuvo que ser ingresado ayer en un centro hospitalario tras perder el conocimiento al ser agredido con un cabezazo por un usuario de la piscina. Ésta, que es municipal, fue desalojada y clausurada al público durante el resto de la tarde.

Francisco José Pérez Carrasco, el agredido, tiene 25 años y desde mayo trabaja como técnico de mantenimiento en la piscina de Villaverde. A consecuencia del golpe en la cabeza tuvo que permanecer varias horas en observación hasta recibir el alta. Le hicieron un TAC cerebral para descartar lesiones. Los primeros exámenes apuntan a que no sufrió daños graves. A las ocho de la tarde volvió a la piscina para recuperar sus cosas y tranquilizar a sus compañeros.

Sobre las 16.30, Francisco José estaba en el borde de la piscina, tomando muestras de agua para medir la cantidad de cloro, cuando notó "que se estaba montando un lío". Según cuenta, al menos una mujer se estaba bañando completamente vestida "con ropa de calle" y fue apercibida por la médica, quien la invitó a salir de la piscina por motivos de seguridad e higiene. Se juntaron otros familiares de la mujer y empezaron a protestar y empujar. Francisco José, entonces, acudió para "calmar los ánimos". "Pero no me dio tiempo a decir ni pío y recibí el cabezazo".

El chico habla despacio, tocándose el cuello, que le duele, y con los ojos todavía asustados. No se acuerda de lo que pasó en el momento de la agresión: "Después de acercarme al corro, me desperté en el hospital".

Quien vio la escena desde fuera sí puede contarla. Mar Ortego, de 43 años, es la encargada del centro deportivo. Describe al agresor sin dudarlo un segundo: "Era un hombre de 35 o 40 años, con sombrero, coleta negra, un tatuaje largo en el hombro izquierdo y gitano". Este hombre, tras una rápida discusión, llegó corriendo y metió un cabezazo a Francisco José, que era el único trabajador hombre. El chico cayó sin conciencia y en la confusión el agresor huyó.

Los problemas en esta piscina no son infrecuentes, "como en muchas zonas del barrio", lamentan los delegados sindicales de UGT, que fueron a arropar al joven trabajador. "Se estaba viendo venir", denuncia Otilia Rodríguez, representante del comité de empresa, "la violencia y la tensión son nuestro pan cotidiano".

El mismo Francisco José dice que la piscina está siendo presa de personas "que no tienen el mínimo respeto: las mujeres lavan los pañales en el agua de la piscina, los niños cagan en los céspedes...". Él lleva pocos meses trabajando aquí, pero ya ha tocado con la mano los problemas que tiene este rincón de la capital.

"Estamos abandonados por el Ayuntamiento", denuncia Juan Carlos Rodríguez, delegado de Salud Laboral de UGT. El sindicato lleva pidiendo de forma reiterada una presencia policial constante y no esporádica como ahora. "Hoy ha sido un cabezazo, mañana podría ser un navajazo", concluye preocupado.

El mejor consejo

Opta siempre por la sencillez.

Pues sí, Dani, me tengo que sacar el carnet

-¿Dónde está San Agustín, papá?

-No lo sé muy bien, Dani.

-¿Tardaremos mucho en llegar?

-No lo sé muy bien.

-Papá, ¿pero sabes algo?

-Sí, Dani. Sé que vamos a ser muy felices en San Agustín.

-¿Hay laberintos?

-No lo sé, hijo.

-¿Y nieve?

-No lo sé.

-¡Mamá, papá no sabe nada!

-No llores hijo. Papá no tiene ganas de hablar.

-Eso es. Eso es, Wendy. No tengo ganas de hablar.

-¿Eso es la presa del Atazar, o el embalse de Santillana?

-No lo sé, Wendy.

-Jack: ¿cómo te llamas?

-Me llamo Dani.

-No, Dani no.

-Pues entonces Wendy.

-No, Wendy soy yo.

-¿Estás segura?

-Sí.

-Entonces, dímelo tú, cariño. Dímelo tú, Wendy. Cariño, luz de mi vida. ¿Cómo me llamo?

(Pausa)

-Jack: ¿te has traído el jersey de cuello alto?
-Por supuesto que sí.

-Mamá, ¿cuánto queda?

-No sé, pero no le preguntes a tu padre.

Muerte (Hoy quiero llorar)

He encontrado este poema de un tal Humberto Berga, a ver qué os parece.

Hoy quiero llorar, llorar a mares
inundar la tierra, destruirlo todo,
quiero gritarlo todo con mis lágrimas,
quiero romper el dique de mi cuerpo.

Quiero sentir, que mi corazón
lleve sus telones y lonas hasta el cielo,
que explote mi pecho bajo tierra,
quiero expulsarme del espejo.

Quiero tu piel, tu piel quiero
y tu sangre; tu sangre y tu aliento. Me ahogo.

Quiero destruirme entre tu carne,
quiero dejar de ser en este lecho,
quiero besarte,
quiero abrazar el universo.

Toda vida es inexplicable

"Nadie puede cruzar la linde que le separa de otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a sí mismo".

La habitación cerrada, Paul Auster

Visiones sobre la política (pequeños tesoros)

"Lo que hemos hablado es que para qué quiere España un parásito como el rey que se alimenta de nosotros. Luego los políticos que lo único que hacen es echarse mierda unos a otros para cobrar más. Luego las exclusivas de las hijas del príncipe y temas que me sacan de mis casillas".

"A mí, no es que no me interese la política, me interesa. Es que no hacen lo que dicen. Yo creo que es mejor que no hubiera tantos políticos. Y el rey no hace nada, está todo el día sentado en una silla, la reina hace todo el trabajo".

"Que no se preocupan de los pobres y yo creo que eso le dan igual. Lo de Zapatero que dijo que el café de 80 céntimos todo el mundo se dio cuenta que los políticos no tienen ni idea de los precios. Yo creo que los políticos van todos por el dinero. Y es verdad que el rey no hace nada, y que cobra dinero por estar sentado".

"Pues a mí no me gusta la política, porque creo que mienten, porque hablan mucho y no hacen nada. No entiendo por qué hay tantos políticos. El rey no hace nada, todo lo hace la reina, es decir el rey está todo día en sus juergas o sentado en una silla".

"La política a mí no me interesa mucho, aparte de esto no me entero de cómo va. Bueno, me falta mucho para entender para qué sirve".

"Para mí la política me parece necesaria pero tienen que tratar más temas de la vida cotidiana. Respecto a los partidos políticos, el caso es llevarse la contraria entre ellos. Lo único que quieren es salir elegidos en las elecciones para ganar más dinero porque después de todo, todos hacen lo mismo. El rey para mí sí tiene que estar porque si no, tal y como somos los españoles, España sería un caos. Otra cosa para mí bastante importante es que los políticos y la familia real cobrasen sueldos normales para ver cómo se las arreglaban"

"A mí la política no me interesa mucho, creo que es una bobada, porque lo que hacen es llevarse nuestro dinero. Me parece muy mal que las personas ganen un sueldo que no vale para llenar la nevera, y los reyes por estar sentados en una silla de oro y plata estén llenos de dinero por nuestros impuestos. Para qué, para que tengan hijos como conejos, pues no, porque cada pareja tiene que alimentar a sus hijos/as y si no le alcanza, tiene encima que alimentar a los príncipes. Luego lo de la princesa Sofía, me parece una barbaridad suspender programas de televisión de cualquier canal para la niña nueva. Qué pasa, que tiene sangre azul, ha nacido en Marte, o qué, quieren ver que tenemos otra boca que alimentar. Estos asuntos, me dan mucho coraje".

Sólo las buenas gentes pueden salvar el mundo

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Gil Marín renuncia al fichaje de Quaresma

El director adjunto del Atlético de Madrid, ante las duras pretensiones económicas del Oporto, sumadas al hecho de que Madrid y Liverpool se han puesto por medio, da por perdido al extremo luso. La alternativa: el también portugués Baratesma. Asimismo, suenan Rebajesma y Viejunesma.

Ensayo del Macro

Too much rock n´roll

Mariano

Jueves 28 de junio; 14:00 horas. Mariano, eminencia de Torrelaguna, a petición mía, aparece sin bigote en Valdemanco. 22:30 horas; Keith Richards sube al escenario del Calderón con bigote. ¡El Universo tiene sus fórmulas...!

Cruce entre Rajoy y Bush

¡Viva el hemisferio!

Propuestas para imitar el pensamiento de Bush

"No es la soledad lo que nos preocupa esta noche, sino la falta de gente alrededor".

"El problema no son los incendios forestales, sino los fuegos que asolan nuestros bosques".

"Lo que nos debería preocupar no es la suciedad, sino la mierda".
"Lo preocupante no es la falta de salud mental de cierta persona, sino más bien el hecho de que esta persona esté loca".

"No es una persona inexistente; lo que ocurre, señores, es que es una persona que no está".

"Lo verdaderamente grave no es la pobreza, sino la falta de dinero y de recursos".

"El problema no son los asesinatos, sino las muertes intencionadas que se cometen a diario".

"La felicidad es algo de lo que debemos pensar en términos de tenerla".

"No pesan los años; pesan los conjuntos de doce meses".

"Estoy muy preocupado por el hemisferio".

Adivina quién viene esta noche

¿Cariño?

A veces, en efecto, el denominador común de las personas de las que uno se enamora puede ser tan sencillo como: "alguien que nos dé cariño". Pero, en nuestras modernas sociedades (en la que quien no es maltratador de los demás lo es de sí mismo), pienso que este problema está cerca de solucionarse. No tardará el día en que el cariño se proporcione en las farmacias y parafarmacias del mundo entero (evidentemente sin receta médica), con una especie de dosificador, al modo del Ventolín. "Cariñón", podrá llamarse. Falta saber si habrá, al igual que éste, que aspirarlo por la boca, o bien tendremos que inoculárnoslo por la nariz, o habrá que echarse unas gotitas en los ojos. O metérnoslo en el culo. En Estados Unidos (es decir, en el mundo entero, cuando hayan acabado de conquistarlo) lo guardaremos debajo de la almohada, junto al revólver (por supuesto, cargado y a punto de disparar). Y lo cogeremos y nos los inocularemos en... ahí mismo, a mitad de la noche, ebrios de melancolía. Ojo con las sobredosis. Luego nos pondremos un termómetro de autoestima (también en el culo) y, cuando veamos que el mercurio ha sobrepasado la línea roja, nos dormiremos tranquilos, ya a salvo del insomnio. O bien, cogeremos el revólver y saldremos afuera a disparar a la Luna; si tenemos suerte de que esa noche hay Luna (ójala sea Luna llena), y si las contaminaciones de todo tipo (lumínica, onírica, industrial, poluciones nocturnas) nos permiten verla, o al menos intuirla.

La última, lo prometo (IV)

El público de Madrid

Bueno, el público de Madrid, o por lo menos el público de la zona donde yo estaba, no sólo no bailaba ni gritaba ni enloquecía (lo que supongo que debería ser lo normal cuando tienes delante a estos tipos y sonaban las canciones que sonaban), sino que algunos, incluso, se permitieron el lujo o la osadía (o más bien la imbecilidad) de llamarlos "viejunos". ¡Qué vergüenza y qué escándalo, hombre!