lunes, 30 de marzo de 2009

Excepcional cita de Picasso


"Nada puede surgir sin soledad. Yo me he creado una soledad que nadie es capaz de imaginar. Hoy día es muy difícil aislarse, porque estamos rodeados de relojes. ¿Han visto alguna vez a un santo con reloj? Yo no he podido encontrar ninguno, ni siquiera entre los santos patrones de los relojeros"

TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED, SEÑOR RAJOY (II)



Pregunta: Señor Rajoy. ¿Por qué en todas las fantasías (en literatura, en cine) en que el hombre viaja al pasado, existe la obsesión de que debe tener mucho cuidado con lo que hace para no modificar el presente, para no provocar que el presente se convierta en un desastre; y ese mismo cuidado no existe, sin embargo, en el presente mismo, de cara al porvenir?

Respuesta: Pues mire usted. Porque al hombre lo único que le preocupa es su existencia y supervivencia individual; en consecuencia, le preocupa únicamente la posibilidad de que un viaje en la máquina del tiempo al pasado pueda provocar su propia desaparición. Lo demás, pues mire usted, le da igual.

Moderador: Gracias, señor Rajoy. Tenemos que despedir…

Respuesta II: Bueno, y luego está la actitud de Zapatero…

Moderador: Lo siento, señor Rajoy, pero no disponemos de más tiempo.

EQUÍVOCOS


Yo maldigo esas reuniones de profesores en que estos (nosotros) se dedican (nos dedicamos) en tono afectado y displicente a criticar a aquellos que constituyen lo único bueno de esta profesión, esto es, los chavales (y no criticando a quien seguramente sí lo merece, a los inspectores, a la Administración, quizá también algunos padres y algunos compañeros). Que no saben leer, se dice, y no se enteran, que son groseros (los adultos, por lo visto, no), que no valoran los estudios ni el esfuerzo…

Hace poco, en el vestuario de la piscina de mi pueblo, escuché una conversación en la que se hablaba de un informático que, harto del mezquino sueldo que ganaba, dejó su profesión y ahora trabaja de basurero ¡y gana bastante más!

¿Son, en fin, culpables los chicos de no valorar los estudios? ¿No lo seremos nosotros más bien, que hemos tolerado sin quejarnos a la mafia universitaria, a la mafia empresarial? ¿No lo será en todo caso una sociedad grotesca como la que bonitamente les dejamos en herencia?

Echarle la culpa a los chavales de la vergüenza mundial es como culpar a las televisiones de la basura con que nos obsequian; obviando que hay varios millones de cretinos que son espectadores ávidos de la misma. O como culpar al cuchillo mismo o a la carne que sangra y no a la mano que ejecuta.

jueves, 26 de marzo de 2009

¡Vuelve el teatro!

miércoles, 18 de marzo de 2009

BICHO RARO LLAMANDO A BICHO RARO

Mis dos momentos favoritos de la Historia de la Literatura son:

a) Cuando Don Quijote y Sancho ven por primera vez el mar en Barcelona.
b) Cuando Gregorio Samsa, en trance por la música de la hermana, sale lentamente de su cuarto, sin saber lo que hace, y se expone a la mirada de los tres señores.

Hoy me he dado cuenta de que hay mucho más en común en estos dos instantes de lo que pensaba.

En ambos, hay uno (o dos) bichos raros embelesados, hipnotizados, sugestionados por la exposición ante una gran belleza (la belleza del mar, la belleza de un violín).

Y he pensado que tal vez yo, sin quererlo, me he visto reflejado en ese momento como en un espejo: un bicho raro emocionado por la belleza de un bicho raro (o dos) a su vez emocionados por la belleza.

Y en el improbable supuesto de que esta entrada fuese bella, tú, querido lector, podrías llegar a emocionarte (¿no te das cuenta?) como bicho raro que eres, ante la emoción por la belleza de un bicho raro que se emociona, a su vez, por la belleza de otro bicho raro (o dos) que se emocionan, en este caso, ante la visión del mar, o la música de un violín.

Dime: ¿Acaso no es guay?

UN ACUERDO PARA.... FOLLAR


Cuando el presidente del Gobierno de un país dice una frase como: “… Hemos hecho un acuerdo para follar”, yo creo que lo verdaderamente llamativo no es lo de follar (que acaso le haya ganado unos cuantos votos, acaso decisivos en las próximas elecciones), sino lo de “hacer” un acuerdo. Porque yo creo que hasta los alumnos de 1º de la ESO saben que los acuerdos no se hacen, sino que más bien se “alcanzan”, que “se llega a ellos”, se “logran” y se “consiguen” o se “obtienen” (y más en una tierra de desacuerdos como ésta); que incluso, puestos a ello, cabe llegar a imaginar que se “establezcan”, se “realicen”, o preferiblemente, se “ganen”. ¡Pero que se haya “hecho” un acuerdo! ¡Un acuerdo, “hacerse”! ¡Aunque sea para follar, por Dios!