viernes, 27 de febrero de 2009

COCA COLA

Observo un anuncio de televisión en que una marca comercial reúne al hombre más viejo del país (un mallorquín de 102 años) con un bebé recién nacido. El anciano le coge de los deditos. Habla de la vida, de lo rápido que pasa el tiempo, le da un par de consejos que quedan grabados. Es lo más interesante que he visto en televisión en mucho tiempo, quizá incluso en años. Ni siquiera me importa que al final resulte ser un anuncio de Coca-Cola.

El caso es que resulta curioso que los programas de televisión se vacíen de contenido al mismo tiempo que los anuncios publicitarios se llenan de él. De hecho, los anuncios ya es lo único o casi lo único que tiene contenido.