jueves, 19 de julio de 2007

El barrio...

Hospitalizado un trabajador de la piscina de Villaverde por la agresión de un usuario

Los empleados del centro deportivo denuncian la violencia que ejercen algunos bañistas

Un trabajador del polideportivo Plata y Castañar, en el distrito de Villaverde, tuvo que ser ingresado ayer en un centro hospitalario tras perder el conocimiento al ser agredido con un cabezazo por un usuario de la piscina. Ésta, que es municipal, fue desalojada y clausurada al público durante el resto de la tarde.

Francisco José Pérez Carrasco, el agredido, tiene 25 años y desde mayo trabaja como técnico de mantenimiento en la piscina de Villaverde. A consecuencia del golpe en la cabeza tuvo que permanecer varias horas en observación hasta recibir el alta. Le hicieron un TAC cerebral para descartar lesiones. Los primeros exámenes apuntan a que no sufrió daños graves. A las ocho de la tarde volvió a la piscina para recuperar sus cosas y tranquilizar a sus compañeros.

Sobre las 16.30, Francisco José estaba en el borde de la piscina, tomando muestras de agua para medir la cantidad de cloro, cuando notó "que se estaba montando un lío". Según cuenta, al menos una mujer se estaba bañando completamente vestida "con ropa de calle" y fue apercibida por la médica, quien la invitó a salir de la piscina por motivos de seguridad e higiene. Se juntaron otros familiares de la mujer y empezaron a protestar y empujar. Francisco José, entonces, acudió para "calmar los ánimos". "Pero no me dio tiempo a decir ni pío y recibí el cabezazo".

El chico habla despacio, tocándose el cuello, que le duele, y con los ojos todavía asustados. No se acuerda de lo que pasó en el momento de la agresión: "Después de acercarme al corro, me desperté en el hospital".

Quien vio la escena desde fuera sí puede contarla. Mar Ortego, de 43 años, es la encargada del centro deportivo. Describe al agresor sin dudarlo un segundo: "Era un hombre de 35 o 40 años, con sombrero, coleta negra, un tatuaje largo en el hombro izquierdo y gitano". Este hombre, tras una rápida discusión, llegó corriendo y metió un cabezazo a Francisco José, que era el único trabajador hombre. El chico cayó sin conciencia y en la confusión el agresor huyó.

Los problemas en esta piscina no son infrecuentes, "como en muchas zonas del barrio", lamentan los delegados sindicales de UGT, que fueron a arropar al joven trabajador. "Se estaba viendo venir", denuncia Otilia Rodríguez, representante del comité de empresa, "la violencia y la tensión son nuestro pan cotidiano".

El mismo Francisco José dice que la piscina está siendo presa de personas "que no tienen el mínimo respeto: las mujeres lavan los pañales en el agua de la piscina, los niños cagan en los céspedes...". Él lleva pocos meses trabajando aquí, pero ya ha tocado con la mano los problemas que tiene este rincón de la capital.

"Estamos abandonados por el Ayuntamiento", denuncia Juan Carlos Rodríguez, delegado de Salud Laboral de UGT. El sindicato lleva pidiendo de forma reiterada una presencia policial constante y no esporádica como ahora. "Hoy ha sido un cabezazo, mañana podría ser un navajazo", concluye preocupado.

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