Afortunadamente, los malos augurios de Marcial no se cumplieron... (Marcial, ¿eras tú el que gritaba eso de viejunos?)
Aunque calavera Richards estuviera cerca de dar con su culo en el suelo -el estadio entero hizo un "¡uyyyy!" como si de meter un gol se tratara- cuando se puso en cuclillas, emocionado, justo antes de entonar "You got the silver" (y eso que tiene un contrato en el que se compromete a no probar gota de alcohol ni a esnifar cenizas de nadie).
He de reconocer que me lo pasé mucho mejor con los teloneros, los ESTUPA, que esos sí que esnifan todo lo que pillan. Es improbable que alguno de sus miembros lea este blog, Gustavo, pero yo le dedicaría un sonoro PAYASO a todo aquel que, con sus gafitas de Matrix, no tiene nada mejor que hacer que acudir a la búsqueda y captura del pobre pirata que vende unos polvillos a la entrada de un concierto.
Pero bueno, ya nos encargamos de advertir a uno de los ochos del 11188 -¿o del 11888?, ¿o del 12822?- de que se andara con cuidado...
Un saludo a Miguel (risa maravillosa), José Luis (mi suspenso preferido) y César (amigo del alma). Y por supuesto a ti, flotador de abismos, que nos regalaste otra noche inolvidable.
1 comentarios:
Afortunadamente, los malos augurios de Marcial no se cumplieron... (Marcial, ¿eras tú el que gritaba eso de viejunos?)
Aunque calavera Richards estuviera cerca de dar con su culo en el suelo -el estadio entero hizo un "¡uyyyy!" como si de meter un gol se tratara- cuando se puso en cuclillas, emocionado, justo antes de entonar "You got the silver" (y eso que tiene un contrato en el que se compromete a no probar gota de alcohol ni a esnifar cenizas de nadie).
He de reconocer que me lo pasé mucho mejor con los teloneros, los ESTUPA, que esos sí que esnifan todo lo que pillan. Es improbable que alguno de sus miembros lea este blog, Gustavo, pero yo le dedicaría un sonoro PAYASO a todo aquel que, con sus gafitas de Matrix, no tiene nada mejor que hacer que acudir a la búsqueda y captura del pobre pirata que vende unos polvillos a la entrada de un concierto.
Pero bueno, ya nos encargamos de advertir a uno de los ochos del 11188 -¿o del 11888?, ¿o del 12822?- de que se andara con cuidado...
Un saludo a Miguel (risa maravillosa), José Luis (mi suspenso preferido) y César (amigo del alma). Y por supuesto a ti, flotador de abismos, que nos regalaste otra noche inolvidable.
P.D. TIME IS ON OUR SIDE.
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