¿Eh?

Me parece a mí que Mariano Rajoy vive una de esas tragedias tan comunes en estos tiempos (y no sé si en todos los tiempos) que es la de vivir encerrado en un papel que no es el tuyo: ése momento en que el señor o señora se ve paseando por el carrefour con su pareja y quizá con sus hijos y se pregunta: ¿pero esto qué es? ¿Qué hago yo aquí?, como si despertara en ese momento de un sueño. ¿No tenía yo otros planes para mi vida? ¿Qué hago yo con mi marido, por qué no estoy por ahí con otros hombres? ¿Quién es esa señora que dice ser mi mujer? Odio mi trabajo. Mi vida es absurda. Etc.

En ese momento, al señor o señora se le debe quedar la misma cara que a M. Rajoy cuando fue repreguntado por la señora que ganaba 300 euros. A mí Rajoy me produce cierta simpatía (cosa que no puedo decir de ningún otro de los miembros de su partido), porque veo muy claro que él no es así (quizá me equivoque). Representa una tragedia contemporánea con la que todos debemos sentirnos muy identificados. ¡Cuántas noches, al llegar a casa, no se preguntará: "¿pero qué hago yo todo el día enfadado?", delante del espejo! "¿Eh?", puede que responda su figura reflejada, al otro lado.


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