CULTURA Y LIBERTAD

Mi amigo Juanma, frustrado por la delirante situación del teatro en Madrid, recoge la frase de otra persona que dice: “¿Qué la gente quiere fútbol? ¡Pues fútbol!”

Esto suscita en mí las siguientes reflexiones:

En primer lugar, ¿acaso ha habido alguna época o lugar en que la cultura no haya estado reservada a una elite?

Pero entonces me fijo en el término “reservada”. Y me acuerdo de un cubano que tenía un bar en mi antiguo barrio. Un día, un amigo y yo le preguntamos si tenía un ajedrez, y él nos respondió sorprendido que era la primera vez que alguien le preguntaba eso en España. “Aquí la gente sólo pide naipes”. “En Cuba todo el mundo tiene una cultura, todo el mundo habla de libros…”.
Entre un régimen o sistema que se basa en la cultura de sus miembros, y otro, el nuestro, que pone sus cimientos en el abismo de la estupidez, ¿con cuál os quedáis?

“¡Oh, pero la libertad…!”, dirá todo el mundo al unísono.

Anoche (sábado 22), un magnífico reportaje de Informa Semanal trataba sobre la invasión de Praga por los soviéticos hace ahora cuarenta años. Aquello anuló parece la última posibilidad de un “socialismo de rostro humano”, sin censura, sin presos políticos…

El locutor termina el reportaje hablando con algunos nostálgicos. “Hoy ya nadie quiere cambiar el mundo”, concluye.

¡Euríbor!

Quiero decir, ¡Aur revoir!