A mi amigo, ése mitad De Palma mitad Tarkovski (qué difícil convivencia): sigo teniendo el libro de tu amigo
Para parar en tus entrañas llevo
ciego coraje y ley precipitada
y no pongo en su sitio la pisada
y no sé si me hundo o si me elevo.
Para coger tu mano no me atrevo
a sorprenderte el pulso y la mirada,
que ni uno late ni otro mira nada,
ni yo sé si tú sientes que soy nuevo.
Que soy nuevo de viejo, de vejeces
en nuestro amor, amor, amor que nunca empieza,
que nunca acaba, amor, que nunca acaba.
Que tengo que dejar como otras veces
mi cabeza pegada a tu cabeza
y volcar en tu sien mi sien de lava.
CARLOS EDMUNDO DE ORY (Versos de pronto, 1944)
ciego coraje y ley precipitada
y no pongo en su sitio la pisada
y no sé si me hundo o si me elevo.
Para coger tu mano no me atrevo
a sorprenderte el pulso y la mirada,
que ni uno late ni otro mira nada,
ni yo sé si tú sientes que soy nuevo.
Que soy nuevo de viejo, de vejeces
en nuestro amor, amor, amor que nunca empieza,
que nunca acaba, amor, que nunca acaba.
Que tengo que dejar como otras veces
mi cabeza pegada a tu cabeza
y volcar en tu sien mi sien de lava.
CARLOS EDMUNDO DE ORY (Versos de pronto, 1944)
2 comentarios:
No tan difícil, compañero, no tan difícil.
Por cierto... ¿sabías que estoy haciendo Yoga en el mismo centro que El Roto?
Y por (a)cierto... ¡¡¡qué amigos!!!
¡Qué cosas más raras!
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio