viernes, 22 de junio de 2007

Expectación en Francia ante el juicio a los agresores del novelista Pierre Jourde



Cinco ciudadanos del pequeño pueblo de Lussaud (en el centro de Francia, de poco más de 500 habitantes), se sentaron hoy en el banquillo de los acusados del Tribunal de Aurillac por intentar asesinar al escritor Pierre Jourde, originario del lugar y autor de una obra de ficción ambientada en la localidad.

Los hechos tuvieron lugar en el verano de 2005, cuando el literato se disponía a pasar unos días con su familia en el pueblo de sus padres. Varios vecinos, que para entonces habían leído ya 'Pays perdu', una versión novelesca de la vida en el pueblo, le recriminaron algunos de los pasajes que había escrito.

El libro, alabado por la crítica parisina, había llegado al pueblo casi como un acontecimiento e incluso a ocupar un lugar preponderante en el mostrador del único tendero, el mismo que según 'Pays perdu' vende de todo, desde 'quesos hasta calzoncillos'.

Se sintieron entonces molestos al leer pasajes como en el que Jourde asegura que 'pocos son los hogares en los que el alcohol no ha provocado víctimas o esclavos' en la localidad.

Particularmente hiriente consideraron que el autor contara la adúltera historia de amor secreta que dos habitantes del pueblo vivieron durante años y que sus descendientes conocieron por el libro pese a que el autor había cambiado los nombres.

No sirvió para calmar los ánimos la carta de explicación que envió el escritor a todos los habitantes, en los que aseguraba que amaba al pueblo y que el distanciamiento respondía 'a la incomprensión'.
A Jourde y a su familia le aguardaban seis o siete vecinos a la entrada del pueblo en lo que parecía una emboscada bien organizada. Piedras sobre el coche, roturas de cristal, heridas a un bebé de 15 meses, histeria e insultos llevaron al escritor a demandar a sus personajes por intento de asesinato.

1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Si Miguel de Unamuno viviera, estoy seguro de que se sentiría muy identificado con está "nivola". Como el personaje de "Niebla", los protagonistas de su historia se enfrentan a su autor, con la diferencia de que en este caso los personajes han saltado al mundo que todos conocemos.
Es una lástima que otros personajes no se enfrenten contra sus autores e incluso los agredan como ha sido el caso. No les vendría mal un tironcito de orejas a gente como Marías, De Prada, Follet, etc., si bien es cierto que los personajes de sus novelas son demasiado inconsistentes como para cobrar vida propia.
Bueno, yo me voy que tengo que escribir una novela llena de mujeres cariñosas y de grandes pechos.
Ale.

22 de junio de 2007, 16:12  

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