lunes, 28 de mayo de 2007

Federico García Lorca visto por VICENTE ALEIXANDRE

"A Federico se le ha comparado con un niño, se le puede comparar con un ángel, con un agua ('mi corazón es un poco de agua pura', decía él, en una carta), con una roca; en sus más tremendos momentos era impetuoso, clamoroso, mágico como una selva. Cada cual le ha visto de una manera
[...].
Por la mañana se reía tan alegre, tan clara, tan multiplicadamente como el agua del campo, de la que parecía siempre que venía de lavarse la cara.
[...]
Yo le he visto en las noches más altas, de pronto, asomado a unas barandas misteriosas, cuando la luna correspondía con él y le plateaba su rostro; y he sentido que sus brazos se apoyaban en el aire, pero que sus pies se hundían en el tiempo, en los siglos, en la raíz remotísima de la tierra hispánica, hasta no sé dónde, en busca de esta sabiduría profunda que llameaba en sus ojos, que quemaba en sus labios, que encandecía su ceño de inspirado. No, no era un niño entonces. ¡Qué viejo, qué viejo, qué "antiguo", qué fabuloso y mítico!
[...]
Su silencio repentino y largo tenía algo de silencio de río, y en la alta hora, oscuro como un río ancho, se le sentía fluir, fluir, pasándole por su cuerpo y su alma sangres, remembranzas, dolor, latidos de otros corazones y otros seres que eran él mismo en aquel instante, como el río es todas las aguas que le dan cuerpo, pero no límite"

1 comentarios:

Blogger Gustavo ha dicho...

He puesto aquí este texto aprovechando que lo utilicé para un examen de 4º de ESO. Una de las preguntas era: "¿Cómo te imaginas a García Lorca?". La respuesta (es un alumno ejemplar, de los mejores, en todos los sentidos) me ha encantado:
"Yo me lo imagino como todos los poetas alguien solitario lleno de sentimientos y con muchas ganas de expresarlos y poder romper con la realidad de la sociedad".

3 de junio de 2007, 12:12  

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