jueves, 19 de abril de 2007

Llamamiento urgente


Hoy, comentando con Marcial viejas anécdotas, he sentido la necesidad de hacer el siguiente llamamiento: urgir a todos los ex de Periodismo que recopilen (e incluyan como comentarios en esta entrada) algunos de los diferentes momentos absurdos que vivimos en Ciencias de la Información. Un buen comienzo es la anécdota que hoy me contaba Marcial: el profesor de Redacción Periodística que, en el primer día de clase, mandó hacer una redacción sobre el otoño.

A esto añado yo otro momento memorable: en la Academia en la que preparé las oposiciones, conocí a una mujer (un poco infame) que siempre hablaba a gritos. La llamaba yo para mis adentros "la comentarista de sí misma", porque no dejaba de hacer una especie de monólogo interior interminable, risas incluidas (muchas veces, ya en los últimos días, los compañeros la suplicaban silencio entre olas de indignación). Un día, la acompañé hasta Cuatro Caminos, y me contó que (no podía ser de otra manera) había estudiado Periodismo en esa entidad mafiosa denominada Universidad Complutense. Yo estaba un poco aturdido (la chica gritaba tanto que todos los vendedores del top manta nos escuchaban; no porque les interesara en absoluto nuestra conversación sino porque no los quedaba otro remedio; el cielo mismo, las nubes nos miraban). Fue así como me enteré de que había cursado una de esas asignaturas optativas incomprensibles, en la que el profesor daba (por lo visto) gran importancia a la asistencia. Por lo cual, y dado que durante el primer mes no había podido asistir, esta chica (los top manta enarcaban las cejas) había estado todo el mes yendo a clase vestida completamente de rojo (esto lo recalcaba mucho), sentada sola en la primera fila, y riendo todas las posibles gracias del profesor. "Iba todos los días vestida de rojo", continuó gritando. Yo intercambié una mirada de estupefacción con alguna de las mujeres que esperaba junto al metro a algún novio o amante impuntual. ¿Habrá aprobado la oposición?, me pregunto ahora. Quizá haga reinar el caos en el claustro de algún Instituto. Es el caso (a lo que iba) que sólo en Periodismo podía darse una situación así... ¿o no?

1 comentarios:

Blogger Gustavo ha dicho...

Anexo: Enviado por Carlos López Perea, alias "Carli", personaje que, como podréis comprobar, escribe como los ángeles... (pero no de San Raphael!!).

"Dulces sueños"

"Más de diez años después, uno ya ha perdido por completo referencias que en su día eran el norte de una brújula que uno se sacaba a cada momento del bolsillo para imaginar el futuro. Tantos vaivenes han mareado al aparato que ya simplemente uno lo guarda en el cajón como recuerdo de una época que hubo que vivirla con aquella intensidad, porque no hubo otra manera mejor de hacerlo. Y uno mira ese aparato con sorpresa hilarante, apreciando los movimientos impredecibles de la flecha porque ya no funciona como debía, tan pronto se queda fija en el sur como en el oeste. Y tampoco es tristeza el sentimiento que se nos clava dentro cuando cerramos ese cajón, más bien es un problema de ubicación, de saber realmente dónde estamos diez años después. Porque uno creía que cuando saliera por la puerta de la facultad se abriría otra mucho más prometedora, la materialización de un sueño nada menos, la reafirmación de nosotros mismos, los mismos que empezamos en octubre de 1995 a asistir a unas clases, la mayor parte tediosas, que contribuyeron a ir enturbiando día a día esa quimera alimentada con tanto cuidado. Y ahora, cuando ya el vértigo del tiempo se cierne sobre nuestras cabezas, nos damos cuenta de que el verdadero sueño fue vivir aquello, la inconsciencia de cada acto, el disfrute de las vivencias primigenias de aquellos primeros roces, en aquel mundo ya casi antediluviano que nos ha olvidado, del que ya no formamos parte ninguno. Sólo los que se acuerdan saben de qué hablo".

25 de abril de 2007, 14:41  

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