martes, 11 de septiembre de 2007

Nepal Airlines inmola dos cabras y unta su sangre en un Boeing 757 para conjurar una cadena de averías

El sacrificio ritual fue celebrado en un hangar de Katmandú, frente a la plana mayor de la compañía.

El pasado domingo 02 de septiembre, Nepal Airlines restregaba la sangre de dos cabras recién sacrificadas por el morro aerodinámico de su Boeing 757. Con ello, los ingenieros de la compañía, incapaces de arreglar el sistema anticongelante de la nave, trataban de apaciguar a Kal Bhairab, el dios nepalí de la destrucción. Horas después, en un tercer intento, el único Boeing operativo de la aerolínea conseguía surcar los cielos hasta Hong Kong, sin que tuviera que lamentarse destrucción alguna.

Nepal Airlines no levantaba cabeza desde hacía meses, después de que varias averías la obligaran a suspender sus vuelos durante quince días en agosto. Durante días, el equipo de ingenieros había intentado sin éxito reparar uno de los dos únicos aviones nepalíes apto para vuelos internacionales. En el primer vuelo fallido a Hong Kong viajaron 129 pasajeros. El miedo los redujo a 95 en el segundo intento, que se saldó igualmente con un apresurado regreso a Katmandú. A todo esto, su segundo Boeing estaba en un taller de Brunei desde el 1 de agosto. Finalmente, el jefe de ingenieros, PBS Kansakar, dio con la solución en sueños. Al día siguiente, una cabra blanca y otra negra eran ritualmente degolladas con una jukura, la daga curvada tradicional de los gurjas nepalíes.


Conclusión: Samuel y Lorena, debéis a Kal Bhairab vuestro regreso en el día previsto. Por lo demás: la noticia fue publicada en La Vanguardia, pero he eliminado los comentarios sarcásticos del gilipollas del corresponsal, que cuenta las cosas con cierta displicencia. Esperamos que el dios de la destrucción le castigue, por ejemplo, rompiéndole los huevos.

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